viernes, 20 de diciembre de 2013

Los contactos, esa musa que todo lo puede


Poco a poco va llegando el final del año e irremediablemente uno hace análisis retrospectivo. En mi caso, en los últimos 6 meses he conocido a más gente que en los últimos 4 años. Y también resuena, como un tantra profundo y evocador, la idea de que en gestión cultural, como casi todo en la vida, los contactos son el todo. Muchos importantes gestores (Alfons Martinell, Enric M-Catignani, Enrique Villalba, Javier Lanza, Javier Celaya,...) nos lo han ido repitiendo convenientemente y es que....es así. Debemos entender que no se trata de enchufismo ni de amiguismo, simplemente se basa en tener una red de contactos que serán la base de tu vida y de tu profesión. Como decía Alfons "Un gestor cultural es su agenda".

Pero bueno, no me quiero ir por las ramas. Ya que estamos casi en las puertas de la Navidad, pretendía hacer un post de agradecimiento a todos mis nuevos contactos que han pasado a ser amigos y me ayudan a este nuevo caminar de vida que, como indica el título de este blog, sólo tiene 5 meses de andadura. Desde aquellos que están en el espacio digital y aún no nos hemos desvirtualizado como se merece (Cristina Riera, Rosa Sebastià, Laura Via_di_Uscita, Sara Sabope, Ana Pérez García, Rodrigo Burgos, todos mis Artecustodios & Plataformas, y un largo etcétera), los que me apoyan desde la cercanía (Beatriz (mi base), mi familia y amigos (aunque lo vean raro), José Manuel, Maite Seco, Berta Delgado y su espectacular LRMperformance, La Esporádica, La Trova,...), los que luchan cada día por crear proyectos e iniciativas culturales (María de Agenda Magenta, Patricia Almeida, BlablabaMuseos, Nuria VeoArte, La Exposición Expandida, etc) hasta todos los profesores y ponentes del máster de gestión cultural UC3M que han pasado en este trimestre con muy diversas materias (difícil de nombrar a todos en pocas líneas aunque sí me gustaría mencionar a Enric M-Catignani, Alfons Martinell, Enrique Villalba, Daniel Oliva, Teresa Rodríguez de las H, Mercedes Morales y Almudena Grandes por su especial regustillo interior hacia la gestión que me han provocado) y finalizando ¡como no! en mis 41 compañeros de clase tan majos con los que he compartido todas las tardes de los últimos meses.


Bueno, sé que me olvida mucha gente en este post y que seguramente al leerlo más veces los iré evocando pero, sea como sea, os deseo a TODOS que paséis unos felices días navideños y os envío, de corazón, muchas gracias por ser parte de mi camino.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Cómo transformar un recurso cultural en un producto cultural

Cuando viajas por muchos pueblos de Castilla y León (que es lo que más conozco) te encuentras con sitios preciosos, parajes estupendos y monumentos con un valor histórico y artístisico espectacular. Sin embargo cuando quieres entrar en ellos, te encuentras puertas cerradas, papeles en la puerta con horarios imposibles y en el mejor de los casos te dicen que preguntes en el bar puesto que la cuñada de la hermana del alcalde tiene la llave. Es un mal recurrente en muchos puntos de España. Como bien dice Mercedes Moralesen España tenemos muchos recursos culturales pero no sabemos transformarlos en productos culturales. Y es por ello que como gestores tenemos casi la obligación de valorar y poner a disposición de la gente los recursos y modos culturales que subyacen en nuestro territorio.


A pesar de que Jordi Pardo, sin faltarle razón, diga que "hasta ahora se ha gestionado la oferta, pero es necesario gestionar la demanda, que ahí está la oportunidad y el reto", personalmente siento que aún nos queda mucho camino para gestionar bien el ofrecimiento de la oferta. De hecho, el concepto de economía creativa (que aglutina a la cultura, la gestión y la tecnología) supone el reto de aplicar creatividad en los recursos existentes con 3 motivaciones principales:
  • Hacer que propios y ajenos puedan disfrutar de los valores culturales de la zona, ofreciendo una experiencia cultural gratificante.
  • Hacer prosperar económicamente la zona para mejorar la vida de los que allí viven.
  • Preservar la memoria de la historia y de lo autóctono para transferir su conocimiento a las generaciones actuales y futuras en el modo en el que ahora lo hacen.
El reto es grande. Además, la experiencia de Jordi nos advierte que a parte de la idea (20%) y del plan (30%), el mayor peso del proyecto recae en el factor de con quién lo haces (50%). En unos casos habrá que tirar de instituciones públicas, en otros de asociaciones pequeñas, en otras en empresas privadas o en un mix de ellas, pero dado que hoy en día hay poco dinero para todo, las aportaciones y patrocinios se pueden hacer en especies (como gusta decir a Enric Martínez-Castignani) es decir por colaboración y cooperación de trabajos en pro de un proyecto común, donde todos salgan beneficiados. Las empresas, las marcas, están dispuestas a ayudar no sólo aportando dinero (patrocinio clásico, implicados en el proyecto ¿verdad Eduardo Lazcano?) sino a través de lo que mejor saben hacer (y que menos les cuesta hacerlo): su propio producto. Nos contaba Mercedes Morales que incluso en instituciones públicas, una marca (por ejemplo, Endesa) aportaba la infraestructura de luz durante 3 meses a una exposición a cambio de estar en unos carteles o en el catálogo ó la expeciencia de Enric cuando pidió a una marca de cava que ofreciese una copita a la salida de un teatro mejorando la experiencia cultural del espectador, sin necesidad de recurrir a dinero.

(Dibujo by Agintzari)

Son tiempos difíciles, donde a nivel institucional los procesos públicos de concurrencia de proyectos son largos y tediosos y donde ni siquiera la Ley de Mecenazgo sale adelante, así que con un poco de intención e imaginación y sobre todo de colaboración (unión de fuerzas) podemos transformar muchos de los maravillosos recursos locales en productos culturales sin tener que pensar en subvenciones o  patrocinios monetarios. Personalmente creo que el éxito para ello actualmente radica en una buena gestión organizativa, en una buena comunicación/divulgación y en el patrocinio en especie.