lunes, 9 de marzo de 2015

Congreso en defensa de la Cultura


Durante los días 5,6 y 7 de marzo ha tenido lugar en el Ateneo de Madrid el congreso en defensa de la Cultura. Durante las jornadas ha habido muchas mesas redondas entorno a distintos ámbitos de la cultura (patrimonio, teatro, cine, televisión, artes multidisciplinares, danza, letras, etc) No voy a resumir aquí todo lo que se ha dicho (se pueden seguir los destellos en el hashtag #CongresoPEC) porque para eso se van a escribir las conclusiones en un "libro blanco de la cultura" con idea de entregarlo a todos los partidos políticos para que sepan de primera mano qué es lo que se pide desde dentro. 

Tan sólo algunas observaciones generales tras asistir a la mayoría de las mesas:

  • Me encantó el discurso inaugural de Federico Mayor de Zaragoza. Visión global de los antiguos tiempos de miedo, invisible, silencios dominados por los estamentos de poder masculino. Los 80 fueron tiempo de cambio, de mujer, de acabar con aparheid, guerras frías... para volver increíblemente en el XXI a estar dominados por los poderes plutocráticos de la economía. Aceptamos dejar de ser actores para volver a ser testigos impasibles. Es tiempo de cambio: "Para que el mal triunfe es suficiente que los hombre buenos no hagan nada", "si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir"
  • Todas las conferencias tenían un substrato de queja contra las políticas culturales del actual gobierno del Partido Popular. Pudimos descubrir y analizar, entre todos, con numerosos ejemplos concretos dramáticos, curiosos, sinsentidos en todos los ámbitos culturales (patrimonio, televisión, cine,...) las extrañas argucias de los políticos para dejar a un lado el hecho cultural con tal de enriquecer a unos cuantos empresarios privados. Amiguismo, vergüenza. Todas las mesas veían algo de esperanza si los estamentos cambiaban durante este año de elecciones.
  • La organización y temática del congreso fue bastante buena, puntual y responsable. Quizá la mesa de artes escénicas interdisciplinares debería haber tenido mayor duración por la cantidad de temáticas y personas a hablar. La mesa de teatro tuvo demasiado tinte nostálgico hablando de los tiempos de la transición (salvo Fernando, de la ZonaKubik, hablando de presente y futuro)
  • Me encantó la mesa de danza exponiendo ejemplos concretos y planteando que muchas veces en los sectores culturales falta información y formación de las posibilidades en cuanto a ayudas y fórmulas de organización (una asociación cultural, aunque sea sin ánimo de lucro por definición, puede tener una actividad económica, los trabajos de los socios pueden ser pagados y pueden pedir ayudas y subvenciones públicas) En la mesa de cine se matizó que las ayudas siempre van para la producción (que en España es mucha y de calidad) pero que lo importante en el sector era mejorar la distribución, difusión y exhibición.
  • La financiación en cultura proviene de tres vías: Estado (ayudas, reducción de impuestos), Mercado (compra, venta) y la SociedadCivil (familia, crowdfunding, patrocinios privados,...) En casi todas las mesas se habló mucho sobre la poca ayuda del estado (en comparación con Francia) para lo primero, de la necesaria reducción del IVA (al menos al 10%) para lo segundo y sobre la infructuosa y siempre esperada ley de mecenazgo para lo tercero.
  • Escasa repercusión de este congreso en los medios de comunicación generalisas y locales y un espíritu latente de movilización y de cambio "La cultura debe ir unida y no vamos a permitir que vivan por encima de nuestras pasividades".
Por último, termino con un axioma escuchado en el congreso y que creo que es la base fundamental: "El problema de todo radica en considerar a la Cultura como un "sector". La Cultura no es un sector, es un sustrato que debe aplicar transversalmente a todos los estamentos que configuran un estado".